Hola Travelers!

Uno de los destinos lunamieleros por excelencia es Punta Cana. Un paraíso caribeño, con sus playas de arena blanca y agua azul turquesa localizado al este de la República Dominicana.

En Mayo del año pasado me casé, y Alex (mi esposo) y yo decidimos que Punta Cana sería el lugar donde pasaríamos nuestra luna de miel. Fue un viaje increíble. Nuestro vuelo era con Copa Airlines, que hace escala en Panamá, así que aprovechamos esta parada para conocer un poco la ciudad. Yo ya había estado antes en ese país, había visitado, por supuesto, el Canal de Panamá que me dejó maravillada, y también tomé una excursión al Valle de Antón, un volcán extinto, que ofrece actividades de ecoturismo. Bueno, pues esta vez fue una visita express, pero no podíamos dejar de ir al Canal, que nuevamente me sorprendió. Es de verdad impresionante, una obra maestra de la ingeniería. El Museo de la esclusa Miraflores es muy interesante, porque te va explicando todo el proceso de construcción del canal, que tomó más de un siglo. Y bueno, hay varios restaurantes para quien quiera quedarse a cenar mientras ve los barcos pasar.

Al día siguiente, seguimos nuestro viaje, volando a Punta Cana. ¡Qué aeropuerto más lindo! Es como una palapa gigante y se siente un ambiente de alegría en cuanto entras. Desde el momento de tomar el transporte que nos iba a llevar al hotel me llamó la atención la amabilidad de la gente dominicana, son personas super alegres, serviciales, les da gusto ayudarte, siempre tienen una sonrisa auténtica en el rostro, mientras caminan o manejan, van bailando o cantando,  te ponen de buenas sólo de verlos.

Llegamos al hotel Now Larimar, que sería sede del viaje más especial de mi vida. Un hotel lindísimo, enorme, y nuevamente, todo el personal sonriente y con la mejor disposición. La habitación padrísima, con un letrero en la puerta que decía “Lunamieleros”, así que desde el principio nos dieron atención especial. Una de las noches nos arreglaron el jacuzzi y dejaron una botella de vino espumoso, todo esto cortesía del hotel.  Empezó el relax total, descansar juntos en la playa, en la alberca, disfrutando del clima, comiendo riquísimo, y hasta clases de bachata nos tocaron.